Los frikis conquistamos el mundo. Durante años nuestras aficiones han sido calificadas como raras, por decirlo suavemente.

Éramos los que nos dedicábamos a tirar dados en juegos extraños, o a leer libros y tebeos mientras los demás jugaban al fútbol, a la comba, a perseguir cualquier cosa del género opuesto (o del mismo género).

No íbamos al cine a ver Top Gun, sino el Retorno del Jedi, no comprábamos juguetes «normales», sino figuras de acción de Transformers, G.I. Joe, de Ewoks o de He-Man. Jugábamos a juegos de spectrum, y con consolas que tendrían menos de un bit, no al fútbol.

Eran buenos tiempos para nosotros.

Pero ahora estamos conquistando el mundo. Fijaos. Venís a ver las películas que queríamos ver en nuestra infancia, jugáis a nuestros juegos, lleváis la ropa que nos ponemos, os engancháis a nuestras series, léeis nuestros libros.

Vuestros hijos leen nuestros libros.

Estamos conquistando el mundo, y vosotros lo estáis disfrutando.

Pero ¿sabéis qué? Os jodéis, porque nosotros llevamos haciéndolo 25 años.