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Cuando uno imagina una ciudad de máquinas en un juego de fantasía es fácil caer en los estereotipos.

Los referentes son los Modrones de D&D y toda la panoplia de constructos, golems y mecanos que se han desarrollado desde entonces. Con más o menos complejidad, tendemos (casi siempre) a caer en estereotipos.

Máquinas simples y tontas que funcionan como una colmena que sirve a una máquina central, o a un dios máquina, o a una programación prefijada por sus más o menos rudimentarios engranajes.

Sin embargo, cuando imaginé Constructia yo no quería caer en la simplicidad. La gran pregunta que me hago cuando diseño alguna parte de Constructia es, ¿es esto al menos tan complejo como puede ser cualquier otra parte del mundo de fantasía?

¿Por qué una ciudad de máquinas debe ser más simple que una de seres vivos? Las máquinas pueden adaptarse más fácilmente que lo que la evolución ha hecho con las criaturas vivientes ¿por qué limitarse a cuatro o cinco o diez diseños? ¿no debería haber muchísimas más variedades, especies, razas y clases que en cualquier otra ciudad?

Las máquinas pueden aprender hechizos como cualquiera, y de hecho, hacerlos más complejos gracias a sus habilidades. Los magos mecánicos, por su propia naturaleza, deben tener una maestría total en hechizos complejos que requieran una secuencia complicada de pasos, fórmulas, ingredientes y criptogramas. Curiosamente, quizás deberían ser los mejores para crear nuevos forjados, golems y entes mecánicos.

¿Por qué no forjados psiónicos, que necesitamos para que haya una raza o una clase de forjados psiónicos? ¿que necesitamos, cerebros más complejos, o quizás un elemento externo que les proporcione esa chispa que se presupone que les falta?

¿Y la muerte? Las máquinas temen la muerte, o deberían si quieres un entorno fantástico complejo, y la enfermedad/corrupción…pero quizás algunos la abracen y creen sectas que las abracen. ¿Hay liches constructos? ¿qué necesitamos para ello, una filacteria especial, un líquido metálico de oscuros poderes de la ciudad de los drows para insuflar vida corrupta en sus ahora sí, eternos cuerpos?

¿Cómo serían las ciudades de los constructos? ¿Habrá grandes granjas de cría donde en úteros mecánicos grabados con runas y alimentados con componentes mágicos se crean nuevas generaciones o será un proceso en el que los magos crean sus nuevos siervos/compañeros en catacumbas prohibidas debido a una interdicción de las otras razas que les prohibe engendrar más máquinas?

¿Cuál será su estructura política? Habrá clanes, gremios, casas, o quizás algo más individualista donde cada individuo de la estirpe original es único y engendra sus propios sirvientes, lo que ha dado lugar a una plétora de variantes. Se habrán creado estructuras políticas, comerciales, religiosas intrincadas y complejas. ¿Cómo son las iglesias y a qué dioses rezan? Un panteón máquina, celestiales creadores como los Solares que algunos creen que son sus creadores? Y su estructura comercial, hay grandes gremios de forjadores, guerreros y think tankers? ¿O coexisten infinidad de pequeños comercios, familias y constructos libres que eligen mediante asamblea sus representantes cada veinte años?

¿Cómo surgió la ciudad realmente? ¿La creó un mago de carne, un dios, una raza de transformes alienígenas llegados de otra esfera? ¿Evolucionó sola gracias a unas condiciones físicas o mágicas especiales en una región determinada del reino? ¿Tienen algún enemigo terrible del que se esconden, como desuellamentes de corrosión, una mezcla de desuellamentes y monstruos herrumbrosos, que se alimentan de ellos? ¿si tienen dioses mecánicos, hay sectas que adoran a demonios de metal, o a dioses incognoscibles a los que están deseando invocar para que absorban la ciudad y la integran a su metálica, caótica y terrible masa de metal viviente?

¿Por qué no adaptar a los primigenios y los dioses exteriores de la mitología Lovecraftiana a una ciudad mecánica?

¿Qué relación tendrán con los seres de carne? No será una relación simple de tipo, machacarlos a todos, o protégelos que no saben lo que hacen. Haz que unos busquen comprenderlos, porque les parecerán tan extraños como las máquinas a ellos. O que quieran fusionarse con ellos porque crean que el propósito de la evolución de ambas ramas es converger.

¿Y el diseño? ¿Por qué todas las máquinas deben parecerse? cuando les es infinitamente más sencillo que a nosotros cambiar de aspecto, reemplazar partes de su cuerpo para mejorarse, agruparse en comunidades variadas y pintorescas que persigan los mismos fines. Crea máquinas de todos los tamaños y formas. Diminutas como ácaros, gigantes como un puente mágico viviente que puede trasportarte a casi cualquier parte del mundo, a cambio de un precio. Demonios, hasta la propia ciudad podría ser un constructo viviente en si misma.

Viste a tus constructos de forma original, pintoresca y variada, no caigas en estereotipos.

Por supuesto, hay que imponerles limitaciones para que no terminen apoderándose de los grupos de aventureros, del mundo o de la partida. Quizás la mayoría son menos versátiles mentalmente por alguna limitación intrínseca de los procesos que los crean, como que necesitan cerebros muy grandes para lograrlo y eso hace que sólo haya cuatro o cinco máquinas superinteligentes (nivel 18 para arriba) pero que están totalmente inmovilizadas en sus refugios.

Piensa en las aventuras que podrían llevarse a cabo en una ciudad así. Con personajes de la ciudad, con personajes de carne, o incluso con constructos más convencionales de otros lugares. Imagina el choque cultural que los jugadores experimentarán en cada partida de la campaña.

Un Noble Djinni (un tipo de constructo creado mediante la invocación y aprisionamiento de un djinn) les llama a las alturas de su palacio flotante para que cumplan una misión contra su archienemigo, un Noble Dao, o Efreet (no hace falta explicar nada de esto, ¿no?).

O quizás los únicos que poseen libre albedrío sean los personajes, y estén tratando de liberar la ciudad de sus amos secretos. O tal vez en la ciudad exista una secta secreta perseguida por todos y a la que los personajes acaban de ser convertidos. Es fácil pensar que deban alimentarse de la energía de otros constructos, pero que luchen contra ello mientras aprenden los rudimentos de su nueva vida dentro de la secta, al estilo de las partidas del Mundo de Tinieblas.

¿Participan en una guerra a gran escala en el mundo donde harán las veces de diplomáticos, espías, generales o escuadrones de choque?

Quizás deban acudir a una misión en busca de un nuevo elemento que promete una nueva generación de constructos. O el metal con el que se forjan/nacen se está agotando y hay que negociar con unas lejanas montañas enanas que parecen ser el único lugar donde queda

Las posibilidades son tan grandes o más que en partidas de fantasía tradicionales. No te autolimites desde el principio imaginando cosas simples y partidas tradicionales.

En resumen, igual que yo con Constructia, si quieres diseñar una ciudad de máquinas, pregúntate. ¿Cómo puedo hacerla todavía más variada e interesante?