Este artefacto es quizás uno de los más poderosos objetos jamás creado en el multiverso.

Sus escasas apariciones han ido acompañadas de gran destrucción y un terrible mal.

Obra de una antigua orden errante de Desuellamentes Liches, el Chapitel Lich fue concebido como un arma de asedio para los mundos de las esferas de cristal.

Como sus hermanos originarios, durante siglos, los desuellamentes no muertos acudían a los mundos del multiverso con el único fin de saquearlos y colonizarlos.

Sin embargo, una vez devastados, esta orden partía en busca de nuevos mundos presa, y no creaba colonias, sino que empleaba los recursos contenidos en sus saqueos, incluyendo la mano de obra esclava, en construir y reforzar su flota de navíos spelljammer.

Así, hace milenios, llegaron a ser una de las más poderosas fuerzas que recorrían el phlogistron, siendo temidos incluso por los desuellamentes normales.

Tras reinar en las corrientes del eter durante milenios, y saquear incontables mundos, la Flota Lych notó una escasez de presas que la llevó a intentar asaltar uno de los Altos Mundos.

La poderosa magia de los archimagos y psiónicos de este mundo infligió a la Flota Lych la primera derrota de su historia, lo que causó una enorme conmoción entre los generales y capitanes no muertos.

Su solución para acceder a los Altos Mundos fue crear el Chapitel Lych.

La flota se disgregó y volvió a los mundos saqueados con antwrioridad por la misma, en busca de un nuevo recurso, cadáveres errantes y semilyches. En pocos meses, la flota, o al menos una buena parte de ella, se reunión en un punto secreto del Multiverso, que habían descubierto en sus anteriores incursiones, una espera de cristal que existía al mismo tiempo entre el plano material primario y el plano de la energía negativa.

Con su poderosa magia, sus poderes psiónicos y la inmanente energía del plano de la Muerte, los Desuellamentes Lyches capturaron a sus prisioneros en un gigantesco tanque de cristal fabricado con las mismas esencias de los mundos.

En teoría, el Chapitel serviría de ariete en cada asalto de la flota, enviando una oleada de magia psiónica que dejaría catatónicos e inermes a todos aquellos magos y psiónicos por encima del nivel 15.

Y decimos en teoría porque, justo en el momento de su creación, una inmensa flota de los Altos Mundos cayó sobre ellos, y la Glota Lych fue destruida.

Los grandes mundos y poderes del reino material primario se habían unido, cansados de los saqueos de los desuellamentes no muertos, y habían reunido la más poderosa flota jamás vista, dirigida por los grandes héroes de sus respectivos mundos, y todos ellos dirigidos por Chasiel, el Solar Errante y su pareja, Goratzara, una dragona cronomántica gran Wyrm.

La Flota Lyche fue destruida, sus restos, dispersos, y el Chapitel, perdido.

Para horror de los Altos Mundos no fue destruido, y de cuando en cuando, aparece en algún rincón del Multiverso a manos de un mago loco o un poder maligno, trayendo desesperación y ruina a todos los implicados, antes de desaparecer.