Todo el mundo que sabe algo de la magia en Athas sabe que existen dos facciones de magos enfrentadas. Los destructivos profanadores y los buscadores del equilibrio narural, los preservadores.

También conocen a los templarios, y los sacerdotes elementales y paraelementales.

Los que saben “más” conocen el poder que alcanzan algunos profanadores mezclando los poderes psiónicos con la magia letal y su transición al estado de Dragón. Los que saben aún más han oído de preservadores que siguen ese camino mágicopsiónico para convertirse en los benignos y poderosos Avagion.

Los que “saben”, los que saben de Verdad, han oído hablar de los Vengadores. Este grupo informal de sacerdotes elementales y paraelementales han olvidado sus diferencias en pos de una causa que los une, el exterminio de profanadores y preservadores, a los que consideran herederos de quienes causaron la destrucción del mundo.

Este grupo de sacerdotes trata de pasar inadvertido, pues son mucho más escasos que los ya escasos magos y que el resto de sacerdotes, así que realizan su labor en secreto, tratando de pasar desapercibidos.

Sin embargo, no podrían aspirar mas que a pírricas victorias contra los aspirantes a Dragón y a Avangion si no fuese porque han desarrollado una psiónica elemental que les permite iniciar su propio estado de transición a un estado superior de existencia llamado, Senescal.

Los Senescales adoptan formas varíadas en sus diferentes etapas evolutivas, mucho más variadas que las a priori uniformes transiciones de los magos.

Así, algunos Senescales irán adoptando la forma de aves de fuego más y más terribles a cada nivel alcanzado. Otros adoptarán la forma de terribles tiburones de tierra humanoides, otros ángeles fieros de aire, seres feéricos de sal, tornados de polvo…y cosas que nadie ha visto.

En la guerra entre preservadores y profanadores puede que los únicos victoriosos sean los vengadores y los senescales.

Escrito con IA