Existieron de verdad, no son un mito, sino una leyenda asentada en una realidad histórica que el mundo conveniente ha olvidado.

En una región cercana al norte, aislados en una tundra helada, tenían su fortaleza los Exploradores del Alma Helada. Un temible y talentoso grupo de magos del hielo y sacerdotes de los dioses del frío y la ventisca.

Durante décadas perfeccionaron sus conjuros, y los escasos grimorios que se conservan contienen los conjuros del hielo más espectaculares… o terribles.

Golems de hielo que ni el fuego podía derretir, constructos de metal del norte alimentados por fuego frío y creados en la Fragua sin Fuego, dragones blancos ligados a elementales de hielo, tormentas de granizo vivientes, sombras heladas, la Legión de Hielo, un ejército compuesto por los fantasmas de quienes murieron en la tundra, sus generales, los liches congelados…sus sirvientes eran terribles y numerosos.

Dicen que los Exploradores encontraron su fin cuando pactaron con los Shiseirs, los efreets de hielo. Cada mago vinculó su alma a uno de estos poderosos genios, obteniendo poderes increibles, pero cayendo, poco a poco y en silencio, en la corrupción de esta raza maldita.

Ahora su fortaleza, El Hogar sin Calor, permanece oculta en la leyenda, esperando que alguien descubra la verdad sobre el destino de los Exploradores, y los secretos congelados que guarda.